Wi-Fi; La muerte invisible que está acabando con la humanidad

La Agencia de Protección Sanitaria de Gran Bretaña, en un estudio realizado en 2007 constató que “la radiación de microondas en el rango de frecuencia de WiFi causa cambios de conducta, altera las funciones cognitivas, activa la respuesta de estrés e interfiere con las ondas cerebrales”. También se mencionan los posibles riesgos para la salud de los niños que asisten a escuelas con redes inalámbricas.

Y es que no hay que olvidar que la radiofrecuencia de los teléfonos móviles e inalámbricos, de las torres de telefonía móvil y de las redes WiFi emite radiación que de una manera u otra, afecta a las personas que estén dentro de su rango de acción.

Así que lo mejor es prevenir, sólo por si acaso. Éstas son algunas medidas que pueden protegernos de las radiaciones wi-fi, tanto en la oficina como en la vivienda:
  1. Desconectar la conexión cuando no se esté utilizando, especialmente durante la noche. 
  2. Sustituya el acceso inalámbrico, mediante cable de red, o bien un PLC que le permita usar su propia red eléctrica y enchufes como red local. 
  3. No abusar del teléfono móvil. Lo mejor es utilizarlo con la función de “altavoz” activada. 
  4. No utilice teléfonos inalámbricos DECT para su vivienda, los cuales emiten grandes dosis de radiación. Si no tiene más opción que utilizar un teléfono inalámbrico, mire las opciones tipo ECODECT, que al menos evitan la emisión cuando el teléfono está descansando en la base. 
  5. Acudir a un médico especializado para que nos realice una descarga de la radiación que el cuerpo haya podido absorber.

Fuente: Agencia de Protección Sanitaria de Gran Bretaña